Hace 186 años que las Hermanas Franciscanas Penitentes Recolectinas comenzaron en Holanda el recorrido de seguimiento del Señor según el ejemplo de San Francisco, vivido por la Madre María José, fundadora de la Congregación.
Seguir al Señor según el ejemplo y espíritu de San Francisco las compromete a vivir el Evangelio con toda radicalidad para identificarse con Cristo con el mismo estilo de San Francisco colocando su confianza únicamente en el Señor que conoce las limitaciones pero que ve, antes que nada, el sincero deseo de caminar según el llamado que Él va haciendo.
La Madre María José así lo vivió y así les enseñó, pero hay en ella una cualidad que de una forma muy especial las compromete para su camino. Es la Creatividad vivida con el coraje de quien por ningún motivo quiere dejar de hacer lo que ve que le pide el Señor. La Madre María José sufrió mucho por las circunstancias que le tocó vivir, y fue su actitud firme, de no amedrentarse ante las dificultades, buscando creativamente las soluciones para cumplir la voluntad de Dios, lo que la llevó a ser fundadora de una nueva congregación.
Son 186 años los que las Hermanas Franciscanas Penitentes Recolectinas han tratado de ser fieles al carisma y espíritu de la Congregación dentro de la vida y normas de la Iglesia. En ese recorrido se han sentido llamadas a la labor evangelizadora en el desempeño de la labor educacional, así como en la labor misionera en las comunidades que se forman en las parroquias.
Hace ya 56 años que se encuentran en Chile, tratando de mantener su vida y misión en varios colegios y en algunas comunidades de las islas de Chiloé. Siempre han tenido que mantener con firmeza la creatividad que caracterizó a la Madre María José.
Su historia actual es una historia renovada, pero se dan cuenta de que la renovación es una tarea permanente con la fuerza del Espíritu.